sábado, mayo 24, 2008

10. Correo directo


Marzo 20 / 2008, 3:00 pm

Para: raquel@gmail.com

De: deboraflauta@gmail.com



Hola mamita linda:


Ya llevo varios días tratando de comunicarme con él. Virginia me dio el número del teléfono, pero imposible que me haya dado un número que no era.  Es que es muy raro. Lo he llamado varias veces pero no contesta. Él nunca deja de contestarme y sino, me devuelve la llamada ¿Será que no sabe que soy yo y por eso no contesta? ¿O estará viajando y la llamada no entra por que está fuera de la cobertura? De todas maneras seguiré insistiendo.


Llevo varios días acá y hasta estoy dictando clases para pagar el hotel. Ya dicté mi primera clase y mis estudiantes quedaron muy contentos, pues según ellos aprendieron mucho. Yo la pasé muy bien, además son chicos muy atentos y respondieron a la clase como me lo esperaba. También he ido a ver la orquesta y he estado en algunos ensayos, lo que me ha mantenido distraída. Los músicos son muy buenos y ya me hice amiga de varios. Pero nada es perfecto mami. No he podido hablar con Roberto y eso me tiene muy mal. ¿Será que perdí la venida y todo el esfuerzo de venirme para acá, para nada?


Esperaré unos días más. Te contaré. Te adoro mamita. Me haces mucha falta.


Deb.


Yo no hacía sino escribirme con mi mamá todo el tiempo y la incertidumbre me visitaba por esos días. Yo sabía que tenía que darle espera un poco más a que contestara o simplemente de que llegara de viaje, si es que en realidad se había ido a pasear y recorrer Europa, algo que habíamos planeado hacer alguna vez juntos. 



Marzo 25 / 2008, 11:00pm

Para: raquel@gmail.com

De: deboraflauta@gmail.com



Hola mamita linda:


Imagínate que por fin Roberto me contestó. Definitivamente se había ido a pasear para conocer los alrededores de Inglaterra. Quedamos que nos veríamos mañana en un pub al medio día para hablar, pues hoy no podía venir al hotel, pues acababa de llegar de viaje y estaba cansado. Estoy feliz mami, ya voy a poder decirle por fin todo lo que ha pasado. Espero que todo salga bien. 


Un abrazo. Te amo mamita. Te contaré.


Deb.


La noche transcurrió más lenta que de costumbre. Ya estaba próxima de ver a Roberto y de tener la posibilidad de contarle lo que había pasado. Me sentía feliz pero llena de dudas, por aquel encuentro. Esperaba que todo saliera bien. Que me perdonara, que volviéramos juntos a Boston y seguir con nuestras vidas como lo  eran antes. Era consciente de que la situación estaba complicada y que iba a ser más difícil que de costumbre, pero mi esperanza seguía firme e intacta desde que llegué a esa ciudad desconocida para mí.


Me levanté sin pensarlo dos veces, bajé al restaurante del hotel a tomar mi desayuno y me quedé ahí por un buen rato a pensar. Luego quise salir a tomar aire puro y a observar cómo la naturaleza me reconfortaba por esos días, trayéndonos sus colores primaverales reflejados en los árboles de la ciudad. Traté de hacer tiempo caminando y visitando cuánto parque y cuánta avenida o calle se me atravesara por el camino, hasta que llegó la hora en la que acordé con Roberto para vernos. Me sumergí en la ansiedad, pero traté de estar lo más tranquila posible y me dirigí al pub. Me senté en la barra a esperar y mientras tanto pedí una cerveza. Pasaron un par de horas, pero Roberto nunca llegó, sólo llegó al día siguiente, un correo.



Marzo 27 / 2008, 8:00am

Para: deboraflauta@gmail.com

De: robertodiseno@gmail.com



Hola mi Deb:


Perdóname. Sé que esto no está nada bien. Tú te viniste desde Boston a buscarme y yo he sido un total patán contigo. Pero en realidad siento que no es un buen momento para vernos. Estoy un poco confundido y en estos momentos no sé ni lo que siento. También sé que esto no se puede decir por correo, pero no soy capaz de verte y decirte de frente que quiero estar solo, que quiero pensar y meditar. No podría. Me derretiría con sólo verte y desistiría de lo que siempre he querido hacer antes de emprender mi vida con alguien. Quiero viajar y recorrer el mundo. Tú ya tienes tu vida resuelta y eres una mujer exitosa, a quien le ha ido muy bien. Y sé que cuando todo esto pase, volveré a Boston pronto y podremos estar juntos de nuevo. Mi papá me contó todo y digamos que esa noticia me ayudó un poco a tomar esta decisión. Perdóname por favor. Espero que no me odies.

Cuídate mucho. Pronto me pondré en contacto. Un abrazo.


Robert.



Hoy es un día gris. Aunque el sol salga y las flores de la primavera aparezcan frenéticamente ligadas a los árboles con la felicidad que emana ver los colores en la naturaleza, para mí sigue siendo un día gris. Hoy salgo para Boston. Mi mamá después de saber aquella noticia, viajará para allá a acompañarme por unos meses. Quedamos de vernos en el aeropuerto, en donde Raúl nos recogerá. No sé si pueda perdonarlo o si más bien algún día pueda entender todo lo que pasó y por qué tomó esa decisión tan abrupta, que sin ningún sentido, logró votar a la basura lo que habíamos construido. No lo sé. De lo único a lo que puedo aferrarme es que sólo con el paso del tiempo, me lograré dar cuenta.  


FIN




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola ojitos lindos!!!

Me encantó este cuento... me encerró en mundo imaginario donde dibujaba cada rincón de los sitios que describías y cada gesto que los personajes hacían... nunca me habia envuelto en una historia leída como lo hice con esta... aunque no sé mucho de literatura, me pareció muy bien desarrollada y muy emotiva... te felicito!!! siempre diré y pensaré que eres muy inteligente!!! un besito. Frank.

Anónimo dijo...

No me gustan los anónimos ni los seudónimos, así que no revelaré tu nombre, porque no sos anónima para mí. La estrategia de las cartas es muy literaria y eso me gust´de tu cuento. Espero seguir leyéndote, así que ponete a escribir. Abrazos.

Oscorte (jajajajaja)